Adelantos en Inteligencia Artificial: Hemingway, un robot de la empresa The Handwriting Company, puede imitar la letra manuscrita de cualquier persona. Y todo lo que necesita para hacerlo es una muestra. Entérate.
Escribir a mano es una tarea que los humanos damos por sentada, pero para los robots ¡es muy difícil! Es por eso que Hemingway, el robot de The Handwriting Company que puede copiar tu letra manuscrita para que parezca que has escrito tú, está ganando protagonismo. ¡Conócelo!
Hemingway, un robot de la empresa The Handwriting Company, puede imitar la letra manuscrita de cualquier persona. Y todo lo que necesita para hacerlo es una muestra de la letra que debe copiar. Fascinante, ¿verdad?
Pero eso no es todo: Hemingway ¡es mucho más veloz que cualquier humano! En un experimento, el robot logró terminar en 2 minutos lo que a una persona le toman 15 minutos de escribir súper rápido.
Finalmente, Hemingway no comete errores de puntuación ni de ortografía. Y cuando se apura, ¡su letra no parece “de doctor”!
Una habilidad muy útil para las empresas
Cuando se quiere dar un toque personal hacia los clientes, una linda nota manuscrita siempre funciona. Pero no siempre los directivos de las compañías tienen el tiempo para escribirlas.
Ahí entraría Hemingway en escena. Aprovechando que puede escribir en la misma letra que cualquier directivo, y con gran rapidez, se pueden crear cientos de cartas en un solo día, sin errores ni borroneos, ¡listas para entregar!
Aunque la prosa en un mismo idioma comparte características específicas sin importar quién sostenga la pluma, cada persona tiene detalles en su escritura manuscrita, que la hacen única: cuánta presión aplica al papel, cómo dibuja las diferentes letras, etc. El algoritmo de Hemingway es capaz de analizar estos detalles de forma inmediata, y replicarlos de forma muy realista. Tanto, que a simple vista es difícil saber si un texto fue escrito por un humano o por el robot.
Pero no engaña a los expertos…
Con el objetivo de saber cuán precisa era la imitación del robot, se contrató a un grafólogo para que determine qué muestra era de cada quién: persona y robot. El resultado fue esperable: el experto sí pudo identificar cada muestra, aunque solo porque a la del robot “le faltaba un poquito de fluidez”.
Otro robot muy talentoso
Investigadores de la Universidad de Brown también dieron grandes pasos en este rubro, creando un algoritmo que ayudó a un robot a escribir a mano ¡y hasta a dibujar!
Su robot fue entrenado para escribir caracteres japoneses. Luego, fue capaz de trasladar este aprendizaje a otros idiomas, como el griego, inglés (en cursiva e imprenta) e hindú, solo viendo muestras de escritura en esos idiomas.
Además, ¡también logró replicar la Mona Lisa dibujando a mano!
Una curiosidad: en uno de los tests realizados al robot, los investigadores pidieron al robot que replicara la letra menos precisa de los niños de jardín de infantes, pensando que lo confundiría. ¿El resultado? El robot logró imitar la letra de los niños perfectamente.
Ya lo has visto: entre tantos mensajes que los consumidores reciben de las marcas, las comunicaciones a mano pueden ayudar a llegar a ellos de una manera más personal. Y para esto, ¡la tecnología también puede ayudar!

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