Todo lo que se necesita es una falla no corregida para exponer toda su operación a riesgos graves, como fuga de datos e incluso tiempo de inactividad de la operación o pérdidas financieras. La gestión de vulnerabilidades es esencial para mitigar estos riesgos.
Cuando se habla de seguridad de la información, muchas personas piensan en ataques complejos, con atacantes que explotan lagunas casi invisibles.
La verdad, sin embargo, es que muchos de ellos surgen de fallas conocidas que simplemente no se solucionaron a tiempo, y eso puede ser muy costoso.
En 2024, el costo global del cibercrimen alcanzó los 9,3 billones de dólares y se espera que este valor crezca cada vez más en los próximos años, según Statista.
Por lo tanto, comprender cómo identificar, priorizar y abordar estas brechas se ha vuelto urgente. Y de eso vamos a hablar en este contenido.
Siga leyendo para descubrir cómo funciona la gestión de vulnerabilidades, las herramientas que facilitan el proceso y cómo implementar este enfoque en su empresa.
¿Qué es la gestión de vulnerabilidades?
La gestión de vulnerabilidades implica todas las acciones tomadas para minimizar los riesgos relacionados con la ciberseguridad en su empresa, desde la identificación hasta la mitigación de fallas de seguridad en sistemas, redes y aplicaciones.
El objetivo aquí es proteger de forma proactiva los entornos de TI, identificando las debilidades y abordando los riesgos antes de que se conviertan en lagunas para los ciberataques.
El verdadero valor de esta estrategia radica en la constancia: las vulnerabilidades surgen todo el tiempo, por lo que la gestión debe ser continua, bien estructurada e integrada en la cultura de seguridad de la empresa.
¿Cómo funciona el proceso de gestión de vulnerabilidades?
El proceso de gestión de vulnerabilidades es un ciclo continuo, basado en cuatro pilares fundamentales: identificación, priorización, resolución y monitoreo. Cada uno de estos pasos es fundamental para mantener la seguridad de las redes y los sistemas.
Este ciclo de vida ayuda a ir más allá de la identificación de riesgos, permitiéndole evaluar qué hacer con ellos, en qué orden actuar y cómo monitorear los resultados de las acciones implementadas de manera eficiente.
Entendamos más sobre cada paso a continuación.
Cartografía e identificación
El proceso comienza con el mapeo de los activos que forman parte de la infraestructura de TI, tales como:
- Redes;
- Extremos;
- Servidores;
- Aplicaciones;
- Dispositivos móviles;
- En entornos en la nube.
Con este mapeo en la mano, es hora de identificar posibles debilidades.
En este punto, entran en juego las herramientas de escaneo (escáneres de vulnerabilidades) para detectar fallas como sistemas obsoletos, configuraciones incorrectas, bibliotecas inseguras o puertos expuestos.
Los escáneres de vulnerabilidades funcionan en base a bases de datos de fuentes como CVE (Common Vulnerabilities and Exposures) y CVSS (Common Vulnerability Scoring System).
Estas fuentes catalogan las vulnerabilidades conocidas y establecen puntuaciones de riesgo para cada una de ellas, por lo que son fundamentales para el siguiente paso del ciclo de vida de la administración.
Priorización
Con las vulnerabilidades debidamente identificadas, es necesario hacer un análisis detallado de cada una para priorizarlas según el potencial de daño de cada una.
Es común mapear un gran volumen de fallas, pero es imposible resolverlas todas a la vez. Por lo tanto, es importante tener en cuenta que no todas las debilidades identificadas necesitan una resolución inmediata.
El paso de priorización es exactamente para ayudarlo a comprender por dónde empezar.
El proceso de categorización debe llevarse a cabo en base a criterios como:
- Exposición del activo a Internet;
- Criticidad del sistema afectado para su funcionamiento;
- Gravedad de la falla, siguiendo las definiciones de puntajes como el CVSS;
- Existencia de exploits públicos (código que explota vulnerabilidades y está disponible para cualquiera).
A partir de ahí, puedes actuar primero sobre los puntos con mayor probabilidad de explotación y con mayor potencial de daño.
Resolución
El paso de resolución es fundamental en la gestión de vulnerabilidades, ya que implica corregir las fallas identificadas. Aquí, puede seguir algunos caminos según el nivel de criticidad de cada riesgo identificado.
Una vulnerabilidad con alto potencial de daño, por ejemplo, requiere un proceso de remediación capaz de resolver completamente la falla.
Esto se puede hacer mediante actualizaciones de software, reconfiguración de sistemas, aplicación de parches o reemplazo de componentes inseguros.
Por otro lado, una fragilidad con un bajo nivel de criticidad, con casi ninguna probabilidad de explotación o daño, puede ser aceptada y quedar sin resolver en este momento.
Si la corrección definitiva no es posible de inmediato, la mitigación puede implicar la implementación de controles compensatorios, lo que reducirá los riesgos de explotación o daño.
Monitorización
Arreglar las fallas es una parte importante del trabajo, pero la gestión de vulnerabilidades no termina ahí. Es necesario monitorear el entorno para verificar si las correcciones aplicadas fueron efectivas o si surgieron nuevos riesgos.
Para ello existe la etapa de monitorización, encargada de repetir el ciclo de identificación, reevaluar las vulnerabilidades y validar las acciones correctivas.
Informes
Todo el proceso llevado a cabo en los pasos anteriores debe documentarse a través de informes.
Estos registros ayudan a monitorear la evolución de la protección en el entorno de TI, identificar tendencias, justificar inversiones en seguridad digital y demostrar el cumplimiento de la legislación y las políticas internas brasileñas.
Los informes también apoyan la comunicación entre las áreas técnicas y la alta dirección, fortaleciendo la cultura de seguridad en la empresa.
¿Cuáles son los principales tipos de vulnerabilidades?
Cuando pensamos en el contexto de la seguridad de la información, los riesgos pueden surgir de diferentes maneras. Conocer los principales tipos es fundamental para definir una estrategia de protección eficiente y una buena gestión de vulnerabilidades.
Con eso en mente, hemos enumerado las vulnerabilidades más comunes. Mira cuáles son:
- Vulnerabilidades de software: fallas en sistemas operativos, aplicaciones o bibliotecas que permiten la ejecución de código malicioso, fuga de datos o acceso no autorizado. Los errores de autenticación o cifrado son ejemplos.
- Vulnerabilidades físicas: acceso no autorizado a equipos, robo de dispositivos o eliminación inadecuada de medios con datos sensibles, que comprometen la seguridad de la información almacenada en estos dispositivos.
- Vulnerabilidades de configuración: fallas causadas por configuraciones incorrectas o patrones inseguros que dejan los sistemas expuestos, como contraseñas débiles, puertos abiertos o permisos excesivos.
- Vulnerabilidades de red: Infracciones en los protocolos de red, dispositivos y conexiones, que permiten interceptaciones, ataques de intermediarios y denegación de servicio (DDoS).
Además de este tipo de vulnerabilidades, también es importante considerar los errores humanos, que aparecen entre los principales vectores de ciberataques.
Según una encuesta realizada por Mimecast, el 95% de las violaciones de datos se originan en errores humanos.
Estos errores pueden ser causados por falta de capacitación, ingeniería social o phishing, por ejemplo.
¿Cuál es la importancia de la gestión de vulnerabilidades?
La gestión de vulnerabilidades es de gran importancia ante la complejidad de las infraestructuras corporativas actuales, que van desde servidores locales hasta entornos en la nube o incluso aplicaciones de terceros.
Cada uno de los puntos de contacto puede ser una escapatoria para posibles ataques.
La función de una buena gestión es garantizar que estas lagunas se conozcan, evalúen y corrijan adecuadamente.
Según la expectativa publicada por Statista, se espera que el costo global del cibercrimen aumente de US$9,22 billones (como vimos al principio de este artículo) a US$13,82 billones en 2028.
Esto refleja el creciente impacto de las vulnerabilidades mal gestionadas y refuerza aún más la importancia de implementar acciones estratégicas en la rutina de la empresa.
Mucho más allá de prevenir incidentes y reducir los riesgos cibernéticos, la gestión estratégica aporta numerosos beneficios a su negocio. Entre ellos se encuentran:
- Cumplimiento de la normativa: la dirección mantiene la alineación con la legislación y las normas de cada país, que establecen un estricto control sobre la seguridad de la información;
- Fortalecimiento de la marca: al demostrar responsabilidad por la seguridad de la información, su marca transmite más confianza a los clientes, socios e inversores. En consecuencia, fortalece la reputación de la empresa en el mercado;
- Mejora de la toma de decisiones: los informes de riesgos brindan orientación a los líderes y equipos de TI, quienes pueden priorizar acciones basadas en datos concretos, optimizando tiempo y recursos;
- Resiliencia operativa: con una infraestructura protegida, es posible reducir las posibilidades de interrupción de la operación, garantizar la continuidad del negocio y también fortalecer la protección contra amenazas;
- Prevención de pérdidas financieras: la gestión continua ayuda a evitar costos de multas, rescates, daños a la reputación y otros impactos de los ataques que explotan fallas sin parches.
¿Cómo implementar la gestión de vulnerabilidades en tu empresa?
La gestión de vulnerabilidades no se trata solo de seguir los pasos del ciclo de identificación, resolución, reevaluación y monitoreo: es necesario tener una visión estratégica, procesos bien definidos y el compromiso de toda la organización.
Para lograr buenos resultados, la cultura de seguridad debe formar parte de la mentalidad de toda la empresa y las estrategias deben estar muy bien estructuradas.
Antes de compartir algunos consejos con usted, vale la pena señalar que la gestión de vulnerabilidades no elimina los riesgos por completo, por eso es esencial un monitoreo constante.
Una gestión bien estructurada reduce la superficie de ataque y, sobre todo, la hace conocida y controlable.
Con eso en mente, aquí hay algunos pasos esenciales para implementar una gestión efectiva de vulnerabilidades en su negocio.
Adopte herramientas de escaneo automatizadas
Las herramientas de escaneo de vulnerabilidades realizan escaneos periódicos de los sistemas para identificar fallas conocidas, enumeradas en bases de datos como CVE.
Son esenciales para mantener una rutina proactiva en la identificación de riesgos y, de esta manera, evitar que las infracciones pasen desapercibidas.
Empoderar a los equipos y promover una cultura de seguridad
La gestión de vulnerabilidades no debe ser responsabilidad exclusiva del equipo de TI: los empleados de todas las áreas deben ser conscientes de la importancia de la seguridad de la información y su papel para garantizarla.
La mejor manera de garantizar la capacitación, la conciencia y el fortalecimiento de la cultura de seguridad es a través de la capacitación.
Puede ofrecer conferencias, talleres y capacitación regulares sobre las mejores prácticas, como el uso de contraseñas seguras, el reconocimiento de intentos de phishing y la actualización de sistemas.
Establecer procesos continuos de monitoreo y mejora
Como hemos mencionado antes, la gestión de vulnerabilidades no es una acción única.
Las fallas y las infracciones pueden surgir en cualquier momento, por lo que es importante establecer ciclos de revisión continuos, así como un monitoreo constante de las amenazas y la actualización de las herramientas.
Además, vale la pena monitorear los indicadores de desempeño, como el tiempo medio para remediar, para garantizar que el proceso esté logrando los resultados deseados.
Utilice soluciones especializadas
Las herramientas diseñadas específicamente para gestionar vulnerabilidades ayudan a automatizar tareas, centralizar la información y generar informes detallados.
Esto facilita la rutina de identificación de fallas, además de ahorrar tiempo al equipo y aumentar la precisión de la toma de decisiones.
Confiar en socios experimentados, como TOTVS, puede acelerar aún más la implementación y elevar el nivel de madurez de su estrategia de seguridad.
Herramientas de gestión de vulnerabilidades
El proceso de gestión de vulnerabilidades se puede facilitar con el apoyo de las herramientas adecuadas. Puedes encontrar varias opciones, como las herramientas de escaneo que ya hemos destacado a lo largo del contenido.
Además de ellas, existen otras soluciones que ayudan a aumentar la seguridad son:
- Soluciones de análisis de comportamiento: responsables de detectar actividades no estándar que puedan indicar intentos de explotación;
- Herramientas de gestión de parches: ayudan a aplicar actualizaciones de seguridad de forma centralizada y organizada;
- Plataformas de monitoreo continuo: permiten monitorear, en tiempo real, los riesgos y la integridad de los sistemas.
Para aquellos que desarrollan o integran soluciones tecnológicas, la seguridad de la información comienza con el código.
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Conclusión
Dado que los ciberataques son cada vez más sofisticados y costosos, la gestión de vulnerabilidades debe ser una prioridad en su empresa.
En este contenido, además de profundizar en el concepto y conocer los principales tipos de vulnerabilidades, entendiste la importancia de implementar procesos para identificar, priorizar y corregir fallas existentes en redes y sistemas.
Esto es esencial para mantener las operaciones protegidas, garantizar la continuidad del negocio y fortalecer la confianza de los clientes y socios.
Como hemos visto, la gestión de vulnerabilidades es más que una práctica técnica: debe formar parte de la cultura organizacional de la empresa, con la implicación de todas las áreas y el apoyo constante al equipo de TI.
Las herramientas adecuadas, combinadas con un enfoque proactivo, convierten la seguridad de la información en un gran aliado de la innovación y el crecimiento sostenible.
Y para aquellos que quieran ir más allá, vale la pena recordar que el blog de Desarrolladores de TOTVS ofrece contenido valioso para apoyar el desarrollo de soluciones más seguras, conectando tecnología, eficiencia y protección en cada línea de código.
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