El concepto como tal de Inteligencia de Negocios o Business Intelligence (BI, por sus siglas en inglés) no es nuevo, surgió en la década de los 90´s aproximadamente y ha ido evolucionando y adaptándose al entorno tecnológico.
La aparición de herramientas de Business Intelligence nace con la finalidad de transformar una serie de datos en información útil para los negocios. Antes de tomar cualquier decisión referente a la organización, los directivos deben de analizar toda la información que tienen a la mano a través de datos para ser asertivos.
En cualquier momento los aspectos más cotidianos de nuestras vidas se ven afectados por el Big Data. Cuando ponemos modo aleatorio el reproductor streaming de Spotify o Netflix, cuando usamos Google Maps o pedimos un Uber, cuando Amazon nos presenta las recomendaciones de compra en base a nuestros gustos, cuando Twitter nos muestra los trending topicc. Aunque no veamos la cantidad y velocidad de datos, en esa pantalla tan simple con un interfaz tan amigable, detrás se están utilizando tecnologías de Machine Learning, en sistemas in-memory, actuando en data lakes.
Bajo este contexto, surge el concepto de Smart Analytics. El mayor de los beneficios que nos aporta es la precisión de la información con la que contamos para proceder a una toma de decisiones. Gracias a avances tecnológicos como el IoT o el Big Data, ahora contamos con información actualizada y precisa de diferentes aspectos que afectan a nuestro negocio. La tarea del Smart Analytics es saber interpretar todos esos datos para que nos ayuden a tomar decisiones fundamentadas rápidamente e incluso de manera automática.
La información siempre ha sido un factor decisivo en la toma de decisiones. Una información certera separa una decisión acertada de una errónea. En la actualidad tenemos a nuestra disposición un volumen masivo de información, y saber explotar correctamente todos los datos hará posible que podamos ganar una gran ventaja competitiva.
La aplicación del Smart Analytics por parte de las empresas está originando grandes historias de éxito empresarial. Constantemente vemos casos de éxito en sector Retail, por ejemplo, así también se replica en otras industrias, donde el Smart Analytics es capaz de mejorar el servicio y el modelo de negocio.
Con todo ello, concluimos que la adopción del Smart Analytics por parte de las empresas aporta eficiencia, rigor y velocidad en la toma de decisiones. Asimismo, un análisis inteligente de los datos favorece la aparición de nuevas oportunidades de negocio reduciendo el componente humano que podría afectar negativamente a la toma de decisiones.
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