Mercado de café busca regresar a los niveles prepandemia y el uso de tecnología puede ser la clave para lograrlo
*Por Ivaldo Pereira, Gerente General de TOTVS Andina
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En 2020, hubo un aumento por encima de lo esperado en el consumo de café por la famílias colombianas debido a las estrictas medidas para quedarse en casa. Luego, en 2021, con el inicio de la vacunación y el retomado gradual de las actividades, el consumo volvió a los niveles de la prepandemia. Y los números reflejan eso: el año pasado, la producción nacional fue 9.5% menos frente a 2020 y el consumo de café en el país fue 2,1% menos frente al año anterior, como resultado del fin de las medidas de confinamiento, según el reporte anual de gestión de la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia.
Una cosa es certera: la inestabilidad domina estos tiempos –y el mercado del café no es diferente–. Ante estas dificultades y variaciones constantes, es necesario tener una gestión lo suficientemente saludable y eficiente, pero sobre todo flexible y con gran capacidad de adaptabilidad, para que sea posible mantenerse vivo y competitivo en el mercado. pueda sostenerse. Con la digitalización y modernización en todos los procesos del cultivo del café en Colombia se logra impulsar la productividad de los cafetales, implementar en la caficultura prácticas sostenibles y eficientes, mejorar la calidad y estabilidad de todos los aspectos involucrados en esta cadena; logrando una gestión menos vulnerable a esta variabilidad constante que aumenta cada vez más.
El caficultor colombiano sabe esquivarse de varios retos: cambios en el clima, plagas, burocracia, problemas sociales y políticos (como las protestas anteriores que afectaron este sector), mano de obra, oscilación del mercado global y muchos factores más. El año cafetero cerró con un superávit mundial de 7,6% más con respecto al periodo anterior. En este mismo periodo, el consumo mundial de café tuvo un leve aumento de 0,64% con respecto al año anterior. Estas alteraciones de demandas, de diferencias en el nivel producción y el nivel de consumo pueden impactar directamente la eficiencia de la gestión, mucho más de lo que el empresario puede evidenciar.
Para esto, ya existen herramientas tecnológicas, avanzadas para convertir la operación simples e intuitivas, que solucionan estos problemas que se presentan en el mercado y sosteniendo con mayor estabilidad y eficiencia toda la gestión, desde el campo hasta la exportación.
Por ejemplo, un punto importante a destacar es la optimización en el uso de recursos, usándolos y distribuyéndolos de manera más inteligente. Lo que puede resultar en un significativo ahorro de costos para el empresario, ya que elimina los “gastos invisibles” que afectan toda la cadena productiva.
Mi recomendación es empezar el camino hacia la Industria 4.0 con la sistematización y automatización de procesos, generalmente a través de la implementación de un ERP avanzado, robusto, ágil, y principalmente, adaptado especialmente para el mercado local colombiano, que cafeteros de todos los tipos y tamaños pueden –y deben— sacar provecho de sus beneficios. Un ejemplo es la digitalización de procesos tributarios, contables, de compras, de facturación y demás rutinas administrativas especificas del país y del agronegocio.
Otro buen ejemplo de la aplicación de la tecnología en el mercado cafetero son las herramientas tecnológicas desarrolladas específicamente para el agronegocio, como las soluciones de multicultivo, que permiten gestionar todas las etapas del proceso productivo, desde la elección del área de siembra hasta el pesaje y acabado del producto, pasando por el uso de insumos, siembra, cosecha y Procesando. Este tipo de sistema da como resultado un salto de calidad en el cultivo, ya que controla todo lo que sucede en cada finca y en cada campo, permitiendo identificar cuellos de botella en la producción y fallas en los procesos que pueden costar mucho para la rentabilidad y productividad de la operación. Además, la tecnología también permite mejorar el control de malezas, insectos y enfermedades en el campo, con un alto impacto en la producción. Así se produce más, con mejor calidad y más valor de mercado.
Este sistema, que puede integrarse al ERP, y también incorpora tecnologías de movilidad e Inteligencia Artificial (IA), para que el productor pueda gestionar la plantación y el negocio con mucha más eficiencia y flexibilidad. Esto se debe a que es posible controlar varias propiedades agrícolas con un mismo sistema, con la opción de configuración regional para administrar todo en la plataforma, con seguimiento de la administración operativa, financiera y comercial en cualquier momento y lugar.
Por eso es sumamente importante que el país invertir en investigación científica y el desarrollo tecnológico que le permita a los caficultores mejorar su gestión como empresarios de éxito, alineados con las demandas y estándares globales, pero también cuidar de su bien más preciado: el cultivo de su tierra. Contar con variedades de semilla mejoradas más productivas, resistentes a enfermedades y mejor adaptadas a la variabilidad climática, mejores prácticas de conservación de suelo, agroforestería, monitoreo y registro de variables, tecnificación del cultivo, manejo integrado de plagas y enfermedades, ahorro de recursos naturales y el desarrollo de la “cosecha asistida”. Definitivamente, el mayor reto comercial superado por los caficultores colombianos fueron las afectaciones por la pandemia, maximizadas por el paro nacional y otros factores internos del país. Lograr superar todo esto, ha hecho que empresas referentes en el sector cerraran el año anterior en alta y con crecimiento proyectado, dejando aún más evidente que el cambio en la gestión de los caficultores es una consecuencia inevitable para seguir el ritmo de los negocios actualmente, que piden cada vez más innovación, constantemente. El mercado de café es dinámico y la competencia está trabajando duro para estar en la vanguardia; y estoy seguro de que Colombia no se quedará atrás en esa carrera, modernizando a su gestión y viendo a la tecnología como una aliada para poder llegar la excelencia, desde sus tierras hasta su gestión.