La agricultura inteligente es una revolución silenciosa en la agricultura, que se basa en un principio simple: hacer más con los mismos o menos recursos. En este punto, la tecnología es fundamental. En su agroindustria, ¿la agricultura inteligente ya es una realidad?
Pero, ¿por qué la agricultura, la actividad más antigua y uno de los pilares de la humanidad, necesita volverse más “inteligente”?
La razón es simple: cada vez más, la demanda crece, mientras que los recursos se vuelven más escasos.
Es necesario repensar la forma en que los agronegocios siembran, cultivan, cosechan y distribuyen alimentos y commodities, para hacer la vida próspera en 20, 30, 50 o 100 años.
Según estimaciones de la ONU , los agricultores deberán producir hasta un 70 % más para poder alimentar a la población mundial en 2050, que podría alcanzar los 9.700 millones de personas.
Es decir, estamos hablando no solo de algo imprescindible, sino también urgente. La agricultura inteligente, desde este punto de vista, puede ser una de las soluciones para optimizar la agricultura.
¿Qué tal entender más al respecto? Hemos creado una guía completa y definitiva para la agricultura inteligente. Leer para entender todo!
¿Qué es la agricultura inteligente?
La agricultura inteligente o agricultura inteligente es un concepto que busca conciliar la gestión agrícola con las tecnologías de datos, con el fin de optimizar los sistemas complejos y las dinámicas volátiles de la agricultura.
Básicamente, se trata de llevar big data a las granjas, aumentando la visibilidad de los agricultores sobre los procesos de siembra, cultivo y cosecha.
En sí misma, la agricultura es una actividad que depende demasiado de la información.
Sin embargo, lo que sucede es que los agricultores que dependen de técnicas y recursos tradicionales obtienen solo una parte de la información y, a menudo, con imprecisiones.
Hablamos de la calidad de la tierra, temas climáticos y meteorológicos, factores como el riego de las plantaciones, el control de plagas y muchos otros.
El papel de las nuevas agrotecnologías es, por tanto, llenar este vacío, proporcionando información precisa capaz de influir en todos los resultados agrícolas.
Son los datos, las mediciones y los conocimientos los que ayudan a elegir los mejores fertilizantes, las estrategias de rotación de cultivos y muchos otros aspectos de la gestión del campo.
Algunos recursos de este tipo existen desde hace tiempo, como los satélites que permiten cartografiar la tierra.
Otros son más recientes, como los sensores inteligentes IoT, que capturan datos sobre la calidad y los nutrientes disponibles en un suelo determinado.
La agricultura inteligente es parte de un paraguas de revoluciones que forman parte de la Agricultura 4.0 y la Agricultura 5.0, como la agricultura digital y la agricultura de precisión.
Así, es posible utilizar dispositivos, sistemas y recursos tecnológicos para capturar datos en profundidad sobre la plantación, posibilitando un mejor seguimiento, monitoreo, automatización y análisis de las operaciones.
Pero, ¿cómo se utiliza la agricultura inteligente? Bueno, en la práctica, estamos hablando de administrar fincas con la ayuda de las tecnologías de la información y la comunicación.
El principal ejemplo, y el gran impulsor de este movimiento, es el Internet de las Cosas (IOT), pero existen varios otros recursos, como:
- Detección inteligente ;
- Conectividad extendida con 5G ;
- software de gestión de dispositivos inteligentes;
- Tractores y equipos robotizados y autónomos;
- Sistemas de almacenamiento, procesamiento y análisis de datos.
Armados con estas herramientas, los agricultores pueden monitorear las condiciones de su campo, lo que permite una mejor toma de decisiones estratégicas, ¡todo sin tener que poner un pie en la granja!
La agricultura inteligente está cobrando importancia debido al crecimiento de la población, lo que conduce a una mayor demanda.
Con esto, es necesario invertir en nuevas formas de optimizar la productividad sin agotar los recursos naturales disponibles.
Es básicamente un movimiento hacia una agricultura más eficiente.
Por lo tanto, el objetivo de la agricultura inteligente es hacer que todos los aspectos de la agricultura sean más confiables, predecibles y sostenibles.
¿Cuáles son los beneficios de la agricultura inteligente?
Invertir en agricultura inteligente trae muchos beneficios a cualquier agronegocio. Al fin y al cabo, se trata de un paso definitivo hacia la modernización de sus procesos, optimizando su gestión rural.
Por lo tanto, el objetivo es observar y registrar datos y automatizar procesos para mejorar la producción general, minimizando costos y conservando recursos.
En la práctica, estamos hablando de una integración tecnológica capaz de transformar todo el sector y la vida de las personas.
¿Qué tal entender más? Echa un vistazo a las principales ventajas de la agricultura inteligente:
Calidad de producción mejorada
Con capacidades de automatización y acceso a datos actualizados en tiempo real, los agricultores tienen un mejor control sobre el proceso de producción y las variables que pueden afectarlo.
Por lo tanto, es posible mantener estándares más altos de calidad de la cosecha, lo que conduce a mejores rendimientos de los cultivos.
Además, con más control (incluso de forma remota), los agricultores pueden reducir los riesgos y planificar mejor su cosecha y siembra.
Por ejemplo, si sabe exactamente cuánto rinde su tierra o una parte de ella, puede planificar con anticipación tanto con los proveedores como con los compradores, asegurando el equilibrio de las cuentas.
Reducción de costo
Con un mejor control de los datos y los procesos internos, hay menos riesgo, incluido el error humano.
La capacidad de predecir lo que sucede en el campo le permite planificar una producción y distribución eficientes.
Es decir, si sabe exactamente qué y cómo cosecharlo, puede preparar el mercado y encontrar compradores con anticipación, asegurándose de que no quede nada en stock.
Además, vale la pena entrar en los detalles más pequeños: la agricultura tradicional a menudo implica una fumigación insuficiente o excesiva.
Las funciones de agricultura inteligente tienen el potencial de reducir estas situaciones. ¿Me gusta? Con tecnologías que pueden rastrear el campo y apagar automáticamente el rociador, ahorrando en el uso de fertilizantes.
Información en tiempo real
Los conocimientos en tiempo real sobre las operaciones y condiciones de la granja permiten a los agricultores tomar decisiones más informadas.
En la agricultura tradicional, registrar eventos y tareas, así como redactar informes, es una tarea que requiere mucho tiempo.
Con la agricultura inteligente, todos los procesos están integrados en un sistema de gestión y una base de datos. Así, a medida que los sensores miden algo, la información se transmite y registra, lo que permite el acceso a datos calificados en tiempo real.
Optimización de procesos
Con la ayuda de tecnologías innovadoras, es posible optimizar los procesos de recolección de datos y planificación de cultivos, lo que permite mejorar los resultados de siembra, fertilización, silvicultura y control de plagas.
Decisiones basadas en datos
Trabajando junto con la agricultura de precisión, la agricultura inteligente es una forma de hacer que los procesos agrícolas sean más controlados y precisos.
De esta forma, cualquier tipo de plantación recibirá el tratamiento que necesita, todo ello determinado por sistemas alimentados con datos recogidos en el propio campo y actualizados en tiempo real.
Así, al medir de manera eficiente las variables que impactan en su actividad en tiempo real, es posible mejorar la efectividad de los procesos operativos, así como el uso de los recursos.
Economía y sostenibilidad
Hay muchas formas en que la agricultura inteligente puede generar ahorros y sostenibilidad en su agronegocio.
Hablamos de cosas como optimizar el uso de agroquímicos, pesticidas y otros insumos agrícolas, hasta reducir el uso de combustible para las máquinas que transitan por el campo.
Posibilidad de detección temprana de enfermedades y plagas
Finalmente, la lectura completa y profunda que ofrecen los sensores, drones y satélites es capaz de pintar un escenario nunca antes visto de las condiciones en su campo.
Hablamos de la posibilidad de acceder a datos calificados que muestren signos de enfermedades y plagas que pueden afectar (y poner en riesgo) toda la plantación.
Es un tipo de inteligencia que permite una acción rápida por parte de los agricultores en la búsqueda de soluciones y contención de daños.
Además, con base en información meteorológica, se podrá entender cómo el clima puede impactar en ciertos cultivos, lo que sirve para planificar mejor su siembra.
Una visión general de la agricultura inteligente en Brasil
En Brasil, uno de los principales exponentes de la agricultura mundial y responsable de materias primas como la soja y el café, la agricultura inteligente es una necesidad que debe priorizarse cuanto antes.
La agricultura del país ya está invirtiendo en la modernización, pero aún queda un largo camino por recorrer para llegar al nivel “inteligente”.
Según datos publicados en un artículo de la revista Pesquisa FAPESP , solo el 5% de la tierra cultivable de Brasil tiene conexión a internet.
Por ejemplo, recién en 2020 se desarrolló la primera “granja inteligente” en Brasil. El agronegocio inteligente es una iniciativa de la Fundación ABC, en Ponta Grossa, Paraná.
La noticia es del diario Amanhã .
En este modelo pionero ya se han realizado algunos esfuerzos muy avanzados, como la medición de la conductividad eléctrica del suelo, que proporcionó datos para determinar los puntos de recogida del suelo.
De esta forma, se añade un paso complementario al proceso de análisis de suelos, haciendo más eficiente esta ejecución.
Y estas no son las únicas novedades.
Según el artículo, mucho se utilizará en la rutina agrícola, como:
“[…] El proceso de evapotranspiración por balance energético podrá medir pérdidas de productividad por déficit hídrico; será posible obtener mapas de cosecha que revelen el costo de producción y la rentabilidad, por píxel y por zona; el muestreo de plagas es otra aplicación mediante el uso de nuevas tecnologías […]. “
Sin embargo, como hemos señalado, este es solo un paso entre muchos otros que es necesario dar.
Uno de los principales obstáculos en la carrera por la transformación digital en los agronegocios es la falta de interoperabilidad entre los sistemas, aplicaciones, equipos y dispositivos utilizados en el campo y en su gestión.
En un mundo, y especialmente en una industria, donde el IoT será tan importante, es esencial poder integrar todo en un ecosistema de información eficiente.
Según el artículo ya mencionado en la Revista Pesquisa FAPESP, uno de los esfuerzos en esa dirección es la propuesta presentada por la Asociación Brasileña de la Industria de Maquinaria y Equipos (Abimaq), para la creación de una base de datos de agronegocios.
Con el nombre de “Base de Datos Colaborativa de Agricultores (BDCA)”, sería un repositorio de información, parte del big data, que almacenaría en la nube los datos obtenidos por equipos y sensores posicionados en el campo.
Así, sería más fácil adaptar el formato y el idioma, estandarizando la información y facilitando su procesamiento por parte del software.
Es algo que puede beneficiar mucho más que a los productores rurales, sino a las agtechs, universidades, centros de investigación y fabricantes de equipos.
Todavía en datos, es difícil pintar una imagen más completa del panorama brasileño debido a la falta de datos disponibles.
La principal expectativa es una encuesta de Statista , que predice que el mercado de la agricultura inteligente superará los US$ 34 mil millones para 2026.
¿Cuáles son las principales tecnologías aplicadas a la agricultura inteligente?
Pero al fin y al cabo, cuando hablamos de agricultura inteligente, ¿a qué tecnologías nos referimos? La lista es larga, pero esencialmente cualquier innovación que mejore la conectividad.
Como ya has visto, la agricultura inteligente se basa en la idea de que es necesario integrar todas las partes de la explotación, con el fin de hacer más eficientes los procesos, mejorando también la toma de decisiones.
Sin embargo, esto ya no es noticia. Ahora es el momento de conocer a los protagonistas de estos beneficios: las tecnologías que hacen posible la agricultura inteligente. ¿Vamos allá?
Internet de las cosas (IoT)
Como comentábamos al principio de esta guía, el gran protagonista de la agricultura inteligente es el Internet de las Cosas (IoT).
El potencial de conectar máquinas y sensores en las granjas hace posible que los procesos se basen en datos, así como mejorar todos los aspectos de la gestión agrícola.
La gran ventaja de IoT es que los agricultores pueden usar diferentes tipos de sensores inteligentes y extraer datos de ellos, todo de forma remota.
Estos dispositivos, una vez instalados, recopilan datos de forma cíclica, proporcionando una visión general completa y actualizada de todos los detalles del campo.
Esto hace posible que los agricultores reaccionen rápidamente a los problemas, incluso a los más apremiantes.
En la práctica, estamos hablando de una tecnología con un enorme potencial para:
- Nota: registrar datos de cultivos, suelo y atmósfera (y también ganadería, en el caso de la agricultura).
- Diagnóstico: integrado con análisis de datos avanzados y plataformas de inteligencia comercial, estos datos se procesan en la nube y se transforman en conocimientos que se ajustan a las necesidades de su agronegocio.
- Toma de decisiones: una vez que se identifican los problemas, los propios sistemas, impulsados por algoritmos avanzados y aprendizaje automático , se basan en el historial y la base de datos para determinar los tratamientos más efectivos.
Además, IoT hace posible que cualquier granja también adopte tecnologías de agricultura de precisión, haciendo que sus cultivos sean cada vez más rentables y causando menos desperdicios y pérdidas.
Inteligencia artificial
Como tecnología paraguas (y base) para tantas aplicaciones, la inteligencia artificial juega un papel casi etéreo en la agricultura inteligente.
Básicamente, todas las innovaciones relacionadas tienen algún recurso de IA o hablan con él, utilizando el aprendizaje automático, por ejemplo.
Una aplicación directa son los robots de siembra y cosecha, que aprovechan la IA para mapear un área del campo y enfocarse solo en ella, según los datos recolectados sobre la calidad y nutrientes de la tierra.
Estos robots trabajan con gran precisión y utilizan IA para reducir el uso de pesticidas y agroquímicos, mejorando la calidad de los alimentos.
Y los propios sistemas de gestión agrícola, que utilizan la IA para aprender de los datos de cultivos anteriores (y estacionales), ofreciendo información cada vez más significativa para los agricultores.
Drones
Una de las características más llamativas de la agricultura es su verticalidad. Cuando hablamos de grandes fincas, nos referimos a acres tras acres, ¡millas y millas de tierra!
Con la agricultura inteligente y el IoT, se comenzaron a incorporar drones (tanto terrestres como aéreos) para optimizar la evaluación del campo.
Los drones permiten un análisis completo y mucho más contextualizado de la salud de los cultivos, la calidad del riego, la eficiencia de la fumigación, el progreso de la siembra y muchos otros puntos.
Después de todo, los drones agrícolas son mucho más capaces que los drones convencionales y de uso personal.
Permiten la recopilación de imágenes multiespectrales y térmicas, proporcionando además datos sobre diferentes métricas, como:
- medición de clorofila;
- informes de medición;
- medición de inventario;
- contenido de nitrógeno en el trigo;
- mapeo de drenaje;
- índices de sanidad vegetal;
- medición de la altura de la planta;
- mapeo de malezas;
- mapeo de estanques de agua de campo;
- recuento de plantas y previsión de rendimiento.
Aquí, es necesario incluir el potencial de los drones para servir a otros fines, como el control de plagas y plagas, así como la vigilancia terrestre.
Sin embargo, también cabe mencionar que los drones no son exclusivos de las grandes explotaciones.
La agricultura inteligente en su conjunto se puede aplicar a operaciones a diferentes escalas, agregando valor a cada una de ellas.
Un ejemplo son las explotaciones agrícolas ecológicas o familiares.
Los drones se pueden aplicar para agilizar, optimizar y mejorar la calidad de la gestión del campo, permitiendo a estos productores crear productos con una calidad cada vez mayor.
Vehículos autónomos
Una de las principales novedades que traerá la agricultura inteligente al campo será el uso de vehículos autónomos.
Si bien no es nuevo para la agroindustria en sí, sigue siendo un recurso poco accesible para los pequeños productores.
Tractores, sembradoras, cosechadoras, entre muchos otros vehículos, deben trabajar de forma automatizada, siguiendo los comandos definidos por el propio sistema, a partir de los datos recopilados.
Además, existe la posibilidad de que los vehículos sean pilotados por humanos, pero con la función de automatización que permite que la parte más pesada del trabajo la haga la propia máquina.
Imágenes de satélite
El acceso a tecnologías de punta también se extiende a los satélites, equipados con poderosos dispositivos de registro y monitoreo terrestre.
De esta forma, los productores podrán acceder a imágenes nunca antes vistas de sus terrenos, lo que permitirá mapear áreas críticas, así como regiones donde las plagas están atacando.
Sistemas automatizados
Los sistemas automatizados ayudarán a la agroindustria a modernizar todos los procesos dentro de la finca, desde la planificación agrícola hasta la logística de granos y productos básicos producidos.
Lo mejor de todo es el potencial de integración de todos, proporcionando al productor los datos necesarios para apoyar su toma de decisiones.
Grandes datos
El big data , uno de los grandes valedores de la agricultura inteligente, será fundamental para que los dispositivos IoT funcionen y envíen datos de forma continua.
Es a través de esta cantidad de información que las granjas podrán monitorear cada aspecto de su producción, sabiendo exactamente cuándo y cómo actuar en caso de problemas.
Por supuesto, ni siquiera necesitamos mencionar que la agricultura inteligente, como concepto, solo puede existir si la agroindustria en su conjunto se vuelve experta en tecnologías que explotan los grandes datos.
Computación en la nube
Almacenar la información recopilada cada segundo, por cientos o miles de dispositivos repartidos por una granja, no es una misión para una base de datos física.
Se necesita una capacidad ilimitada y toda la flexibilidad que solo permite la computación en la nube.
Para integrar sistemas y dispositivos remotos, incluso la computación en la nube será fundamental, ya que es lo que servirá como “piso” para la creación de una infraestructura digital.
Otro punto es que las aplicaciones para las tareas de la granja estarán alojadas en la nube.
Junto con tecnologías como 5G, permiten una comunicación inigualable en el campo.
Cadena de bloques
En pocas palabras, la tecnología blockchain se utiliza para mantener seguros los datos y la información.
Hoy, más agricultores están comenzando a aprovechar la interacción entre las tecnologías de cadena de bloques y el IoT.
Después de todo, la información recopilada en el campo suele ser secretos corporativos que no se pueden divulgar.
Con blockchain, los agricultores pueden crear un entorno seguro para almacenar y procesar sus datos.
Otro punto es que la cadena de bloques habilita algunas acciones, especialmente con el uso de contratos inteligentes.
¿Quieres un ejemplo? Un agricultor puede instalar sensores inteligentes en un invernadero, que se ejecutan sincrónicamente en una cadena de bloques privada.
Esta cadena de bloques registra toda la información del invernadero, lo que garantiza que no se alteren los datos y que el análisis posterior sea lo más preciso posible.
Sensores
Los sensores son una parte clave de la integración necesaria para la agricultura inteligente.
La buena noticia es que hay varios de ellos, aptos para infinidad de funciones en el campo, ya sea para medir la calidad de la tierra o identificar la aparición de plagas en medio de la plantación.
Su aplicación seguramente hará que los procesos sean más eficientes, permitiendo que su finca se acerque más a los objetivos del negocio.
GPS
La maquinaria agrícola controlada por GPS ya es una realidad y promete ser uno de los principales recursos detrás de la agricultura inteligente.
Con esta tecnología, los agricultores pueden mejorar la planificación de cultivos, medir la productividad agrícola y también controlar sus equipos y vehículos.
Sistemas de gestión
Y tú, ¿cómo vas a centralizar y gestionar todos estos datos que van a recoger las tecnologías anteriores? ¡Aquí es donde entra en juego el sistema de gestión!
Un software eficaz, que sea a la vez flexible y robusto, es esencial para que pueda aprovechar todo el potencial informativo de la agricultura inteligente.
De esta manera, será posible unificar sectores de la finca y, con unos pocos clics o toques en la pantalla del dispositivo móvil, obtener una comprensión profunda de cómo va la operación en el campo y más allá.
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Conclusión
En nuestra guía completa de agricultura inteligente, profundizamos en el concepto, sus beneficios y las tecnologías clave que forman parte del movimiento.
En su explotación, ¿la agricultura inteligente ya es una realidad o es todavía parte de un plan lejano?
Recuerde que modernizar y optimizar su producción es imprescindible para mantenerse relevante en el mercado del futuro.
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