Ante el aumento del uso de los servicios web en las empresas, las organizaciones necesitan cada vez más herramientas que les permitan comunicar las diferentes aplicaciones. La solución que mejor satisface esta demanda es un Bus de Servicio Empresarial (en inglés, Enterprise Service Bus, ESB).
Un ESB es un modelo de arquitectura de software que gestiona la comunicación entre múltiples servicios web, enfocado en resolver el problema que surge cuando los servicios web dentro de una organización se multiplican, lo que hace necesario desarrollar conectores que permitan comunicar las diferentes aplicaciones.
Uno de los principales beneficios de los ESB está en posibilitar la comunicación entre sistemas sobre cualquier protocolo, es decir, se convierte en una pasarela, que se encarga de traducir de un lenguaje a otro. Gracias a los ESB, los servicios no interactúan directamente, sino que la comunicación es a través de un conector.
En un mundo donde el entorno digital es cada vez más importante para las compañías, este tipo de prestaciones se vuelven fundamentales para no perderse en la maraña de cifras y estadísticas que se generan de manera constante. Evitar esta dispersión es el objetivo del ESB, que funciona transmitiendo y recibiendo mensajes basados en estándares, para transformarlos a formatos reconocidos por distintas apps. De este modo, se puede disponer de los datos desde diversos sistemas operativos, de forma independiente.
Elegir cuál es el mejor ESB para la integración de sistemas de una empresa no es tarea fácil. Se debe atender a diferentes factores y pensar en sus resultados a largo plazo. Pero, ¿qué ESB elegir? A la hora de elegir cuál es el mejor ESB, es clave definir las necesidades actuales y futuras de la compañía, y pensar si realmente es necesaria este tipo de solución.
La complejidad de las integraciones de sistemas indicará si un ESB es la mejor opción. En algunos casos, un framework de integración será una alternativa eficaz, y en otros casos, las integraciones son tan complejas que un ESB por sí solo no cubriría los requisitos. En ese caso, será necesaria una suite de integración.
Un framework ayuda en la integración de aplicaciones empresariales de una manera estandarizada a través de lógicas de integración. El uso de APIs puede facilitar la implementación y hacer que los desarrolladores se encuentren con menos problemas a la hora de realizar integraciones. La principal desventaja es que, en el desarrollo de frameworks, el equipo es el único responsable del éxito del trabajo. En este caso, no habrá ningún tipo de soporte que ayude. Existen diferentes herramientas que pueden facilitar el uso de frameworks pero no son las ideales para proyectos críticos. Por esta razón, los ESB y las suites de integración suelen ser una opción más sólida.
A diferencia de los frameworks, los ESB son potente y cuentan con herramientas para el desarrollo, la administración y la monitorización en el tiempo de ejecución. Además, la lógica de integración se puede resolver con un sistema de ‘drag and drop’ que generará códigos automáticamente. En este tipo de solución, también se cuenta con apoyo comercial y la complejidad de uso se reduce significativamente gracias a sus herramientas.
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