La agricultura digital representa un viaje hacia sistemas agrícolas más eficientes, inteligentes y sostenibles.
Esto implica muchas cosas, pero principalmente transformaciones y avances significativos que están remodelando profundamente la forma en que se concibe, ejecuta y gestiona la agricultura.
Pero ¿qué significa en términos prácticos? Si tiene esta pregunta, dedicamos todo este contenido a explorar más a fondo este tema.
¡Que tengas una buena lectura!
¿Qué es la agricultura digital?
La agricultura digital, también conocida como agricultura de precisión o agrotecnología, es cualquier aplicación de tecnologías digitales avanzadas en el sector agrícola para optimizar operaciones, aumentar la eficiencia y la productividad, así como reducir los impactos ambientales.
Su principal objetivo es mejorar todo el ciclo de producción agrícola mediante la recopilación, análisis y aplicación de datos e información precisos.
Al integrar tecnologías como Internet de las Cosas (IoT), inteligencia artificial, drones, sensores remotos, entre otras, puede revolucionar y mejorar las prácticas agrícolas, ¡haciéndolas más eficientes, sostenibles y rentables!
Cabe mencionar que este término se enmarca en agricultura 4.0, una etapa más avanzada de la discusión, que busca la automatización y la integración total de tecnologías inteligentes para crear sistemas agrícolas altamente eficientes, adaptables y autónomos.
También se inserta en el contexto de la industria 4.0.
Ambos enfoques tienen el objetivo común de mejorar la agricultura mediante el uso de tecnologías digitales, pero la agricultura 4.0 representa un contexto generalizado y más amplio de automatización y de interconexión de estas tecnologías.
¿Cuáles son los beneficios de la agricultura digital?
La agricultura digital tiene como objetivo mejorar la producción agrícola, por lo que, naturalmente, aporta beneficios.
¡Conozcamos algunos de ellos!
Mayor productividad y eficiencia en el campo
La agricultura digital utiliza tecnologías avanzadas como sensores remotos, drones, GPS y dispositivos de seguimiento para recopilar una cantidad significativa de datos en tiempo real.
Estos datos se analizan para proporcionar información valiosa sobre las condiciones del suelo, la humedad, la salud de las plantas y las condiciones climáticas.
Con esta información precisa, los agricultores pueden tomar decisiones más inteligentes y específicas.
Por ejemplo, ajustar los patrones de riego, aplicar fertilizantes o pesticidas de manera más efectiva e incluso automatizar procesos, lo que resulta en operaciones agrícolas más eficientes.
Esto conduce a una mayor productividad a medida que las prácticas agrícolas se adaptan con mayor precisión a las necesidades específicas de los cultivos, lo que aumenta el rendimiento de los cultivos.
Reducción de costos
Al integrar las tecnologías agrícolas con lo digital, los agricultores pueden evitar el desperdicio de recursos como agua, fertilizantes y pesticidas aplicándolos con mayor precisión y solo cuando sea necesario.
La capacidad de monitorear cultivos de forma remota e identificar problemas tempranamente también reduce los costos de mano de obra y evita pérdidas significativas.
Además, la automatización de determinados procesos, como el funcionamiento de equipos agrícolas autónomos, puede suponer un ahorro de tiempo y recursos económicos.
Mayor calidad de los productos agrícolas.
La agricultura digital permite un control más preciso de las variables que afectan la calidad de los productos agrícolas.
¡Esto significa que monitorear la regulación del riego para mantener niveles ideales de humedad, monitorear los nutrientes del suelo y la detección temprana de plagas o enfermedades se vuelve más fácil!
Resultado: cosechas más sanas, consistentes y de calidad, cumpliendo con los estándares requeridos por el mercado y, en consecuencia, agregando valor a los productos agrícolas.
Reducción de pérdidas y desperdicios
La capacidad de recopilar y analizar datos en tiempo real en la agricultura digital permite a los agricultores identificar áreas problemáticas, predecir amenazas potenciales como enfermedades o condiciones climáticas adversas y tomar medidas preventivas.
De esta manera, las pérdidas de cultivos ya no son un problema, además de minimizar el desperdicio de recursos y aumentar la eficiencia en la cadena de suministro agrícola, desde la siembra hasta la cosecha y la distribución.
Sostenibilidad
La agricultura digital promueve prácticas agrícolas más sostenibles al reducir el uso excesivo de insumos agrícolas, minimizar la contaminación ambiental y conservar los recursos naturales.
Al emplear técnicas de precisión para aplicar fertilizantes y pesticidas sólo donde son necesarios, se reduce significativamente la contaminación del suelo y el agua.
Y optimizar el uso del agua a través de sistemas de riego más eficientes contribuye a la conservación de este recurso vital.
Estas prácticas sostenibles benefician al medio ambiente, por supuesto, pero también añaden valor a la imagen y reputación de los productores agrícolas.
Una visión general de la agricultura digital en Latinoamérica
La agricultura digital en Brasil ha demostrado ser un campo en constante evolución.
El país es reconocido como uno de los líderes mundiales en agricultura y tiene un sector agrícola diverso y sólido, que proporciona un terreno fértil para la adopción y el desarrollo de tecnologías digitales en el campo.
Según una encuesta realizada por el Sebrae , en colaboración con Embrapa y el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (Inpe), más del 84% de los productores rurales brasileños utilizan al menos una tecnología en sus actividades de producción agrícola.
Para el 67,1% de los encuestados, el ecosistema digital será cada vez más necesario dentro de la planificación de las actividades rurales.
Y Internet es vista como la principal herramienta útil vinculada a las rutinas generales de la producción agrícola para el 70,4% de ellos.
Aplicaciones o programas para la obtención de datos de la propiedad y procesos son utilizados por el 57,5% de los encuestados, mientras que el 22,2% reportó utilizarlos para actividades de gestión agrícola.
Sólo el 15,9% de los participantes aún no aplica ninguna solución tecnológica. Entonces, si bien la mayoría de los productores utilizan tecnologías, todavía hay una porción –más pequeña– que no ha incorporado soluciones digitales a sus actividades.
Esto sugiere que todavía hay espacio para la expansión y oportunidades para implementar más herramientas digitales para mejorar la eficiencia y la sostenibilidad en el sector agrícola brasileño.
Para resumir todo esto: los datos apuntan a una tendencia hacia una mayor integración y expansión de la agricultura digital en Brasil.
Pero lo más importante es que indican un camino de crecimiento continuo en la adopción de tecnologías para mejorar la eficiencia, la productividad y la sostenibilidad en el sector agrícola del país, ¡y la comprensión de que no hay forma de ignorar la digitalización!
La agricultura digital en Latinoamérica, específicamente en Argentina, México y Colombia, sigue una tendencia similar a la de Brasil, mostrando un crecimiento constante en la adopción de tecnologías digitales en el sector agrícola.
En Argentina, un país reconocido por su producción agrícola, más del 80% de los productores rurales utilizan al menos una tecnología digital en sus actividades, según datos recientes del INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria) y el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca. Esto incluye el uso de aplicaciones móviles para la gestión de cultivos, monitoreo satelital y drones para el análisis de campos.
En México, el sector agrícola también ha experimentado un aumento en la adopción de tecnología digital. Según datos del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP), más del 70% de los productores utilizan tecnologías como sistemas de riego inteligente, sensores de suelo y herramientas de gestión agrícola basadas en la nube para mejorar la eficiencia y la productividad.
Por su parte, Colombia ha visto un crecimiento significativo en la adopción de tecnologías digitales en la agricultura. Según el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, más del 60% de los productores utilizan tecnología para la gestión de cultivos, monitoreo de plagas y enfermedades, y análisis de datos meteorológicos para optimizar sus procesos agrícolas.
Estos datos indican una tendencia clara hacia una mayor integración de la agricultura digital en América Latina, con un enfoque en mejorar la eficiencia, la productividad y la sostenibilidad en el sector agrícola de la región.
Ejemplos de 6 tecnologías agrícolas digitales
Existen muchas tecnologías agrícolas digitales: sensores, drones, GPS, etc.
Han sido fundamentales para optimizar la producción agrícola, proporcionar datos precisos y facilitar la gestión y control de las operaciones de campo.
Pero, ¿cómo se utiliza cada herramienta en la práctica? ¡Descúbrelo a continuación!
1. Sensores
Los sensores brindan información valiosa que permite a los agricultores monitorear, comprender y tomar decisiones precisas sobre sus operaciones.
Las principales formas de utilizar esta herramienta son monitorear el suelo y las plantas.
Se colocan sensores de humedad, temperatura, pH y nutrientes en el suelo para evaluar sus condiciones.
Esto es lo que permite a los agricultores comprender las necesidades específicas de las plantas, ajustar con precisión el riego y la aplicación de fertilizantes, evitando el uso excesivo de recursos y maximizando el crecimiento de los cultivos;
Los sensores instalados directamente en las plantas pueden proporcionar datos sobre su estado de salud, detección temprana de enfermedades, estrés hídrico o deficiencias nutricionales. I
Luego, los agricultores pueden identificar rápidamente los problemas y tomar medidas correctivas, minimizando las pérdidas de cultivos.
2. Drones
Los drones son extremadamente útiles dentro de la agricultura digital. Estos vehículos aéreos no tripulados están equipados con cámaras y sensores que capturan imágenes y datos precisos, ofreciendo una vista detallada de las zonas agrícolas.
Debido a que pueden crear mapas detallados de grandes áreas agrícolas, las imágenes aéreas capturadas por drones permiten un seguimiento preciso del crecimiento de los cultivos.
En consecuencia, es posible identificar áreas con problemas, variaciones en la sanidad vegetal, plagas, deficiencias hídricas y otras irregularidades.
Los drones también permiten una inspección rápida y eficiente de áreas que pueden ser de difícil acceso o demasiado grandes para una evaluación manual.
Además, algunos están equipados con sistemas de aspersión, que permiten la aplicación precisa de fertilizantes, pesticidas u otros insumos directamente en las áreas necesarias.
Es una forma de asegurar una distribución más eficiente y precisa de los productos químicos, reduciendo los residuos y minimizando la exposición excesiva al medio ambiente.
3. GPS
El uso del GPS (Sistema de Posicionamiento Global) también ha sido transformador, ya que es capaz de brindar una variedad de beneficios significativos a los agricultores en términos de eficiencia, precisión y optimización de las operaciones agrícolas.
En primer lugar, permite a los agricultores identificar y rastrear con precisión las características del terreno, como las variaciones en la topografía, las condiciones del suelo y las áreas propensas a inundaciones o sequías.
Es un uso ideal para segmentar terrenos para diferentes usos, como la siembra de cultivos específicos según las condiciones del suelo.
Al estar integrado con equipos agrícolas, como tractores y sembradoras, puede guiar las máquinas para que sigan trayectorias específicas, evitando la superposición de trabajos y maximizando la eficiencia de la siembra.
En algunos casos, el GPS está asociado a sistemas de dirección automática de equipos agrícolas, lo que hace que funcionen de forma autónoma.
El efecto de esto es una menor intervención humana y una mayor precisión en las operaciones, lo que se traduce en ahorros de tiempo, combustible y recursos.
Todo ello genera una gran cantidad de datos sobre las operaciones realizadas en el campo, información que puede integrarse en software de gestión agrícola, permitiendo a los agricultores analizar patrones de productividad.
4. Radares meteorológicos
Los radares son otra de las herramientas, en este caso, fundamentales para el seguimiento y predicción de eventos meteorológicos, como lluvias, tormentas, vientos, granizo y otros fenómenos que afectan directamente a las actividades agrícolas.
A partir de los datos que recopilan, es posible generar pronósticos meteorológicos más precisos para regiones específicas.
El principal objetivo de esto es hacer que los agricultores se preparen con anticipación ante condiciones climáticas adversas, planificando mejor sus actividades agrícolas, como el momento adecuado para la siembra, el riego, la aplicación de insumos o la protección de cultivos.
Este proceso lleva a los agricultores a gestionar los riesgos asociados a condiciones climáticas extremas, como sequías prolongadas, inundaciones, heladas tardías o fuertes tormentas.
¡Solo así es posible trazar medidas preventivas para minimizar los impactos negativos en los cultivos!
5. Imágenes de satélite
Son imágenes satelitales las que pueden ofrecer una visión detallada y completa de las áreas agrícolas a escala global, regional y local.
Son capturados por satélites que orbitan alrededor de la Tierra y proporcionan información valiosa sobre las condiciones de los cultivos, el uso de la tierra, la vegetación, el clima y otros aspectos relevantes para la agricultura.
El análisis de imágenes de satélite permite, por ejemplo, identificar la presencia de plagas, enfermedades o estrés en las plantaciones.
Los cambios sutiles en el color, la textura o el patrón de las plantas pueden indicar problemas específicos, lo que permite intervenciones tempranas para minimizar los daños.
Otro uso muy importante son las imágenes para evaluar la disponibilidad de agua en zonas agrícolas, identificar patrones de riego, monitorear la humedad del suelo y detectar cambios en los cuerpos de agua, ayudando a gestionar eficientemente los recursos hídricos.
Así, son una herramienta de gestión de desastres naturales, como inundaciones, sequías, incendios forestales, permitiendo medidas preventivas y estrategias de respuesta más efectivas para proteger los cultivos y minimizar los daños.
6. Software de gestión agrícola
El software de gestión agrícola, finalmente, tiene la capacidad de integrar datos de diversas fuentes, como sensores, drones, sistemas GPS, imágenes satelitales, entre otros.
Reúnen esta información en una plataforma centralizada, proporcionando una visión integral y unificada de las operaciones agrícolas.
Para ello, se apoyan en algoritmos y herramientas de análisis de datos, que procesarán la información recopilada.
Realizan análisis estadísticos, modelos predictivos e informes para identificar patrones, tendencias y conocimientos relevantes para la toma de decisiones.
El software ayuda a los agricultores a gestionar una amplia gama de operaciones, como planificación de cultivos, rotación de cultivos, programación de riego, aplicación de insumos, control de plagas y enfermedades, gestión de inventarios, registro de datos de campo, entre otras.
Por ello, también ayudan en la toma de decisiones estratégicas, como elegir cultivos, asignar recursos, programar actividades e inversiones.
Desafíos en la implementación de tecnologías en la agricultura
Pero, después de todo, si este es un terreno tan fértil, ¿cuáles son los desafíos para implementar la transformación digital en la agricultura?
Pues bien, todo este contexto está sujeto a cambios según los avances tecnológicos, las políticas gubernamentales, las inversiones y la evolución de las necesidades de los agricultores brasileños.
Entonces, a pesar del potencial y los beneficios de las tecnologías digitales en la agricultura, existen algunos desafíos que pueden obstaculizar su implementación y adopción generalizada.
Adquirir e implementar tecnologías digitales en la agricultura puede resultar costoso, especialmente para los pequeños agricultores o las zonas rurales con recursos financieros limitados.
La inversión inicial en hardware, software, capacitación e infraestructura puede ser un obstáculo importante.
En muchas zonas rurales, la conectividad a Internet sigue siendo limitada o inestable. La falta de acceso a Internet de alta velocidad puede dificultar el uso de tecnologías digitales que dependen de una conexión confiable para funcionar bien.
De hecho, la falta de conocimiento y capacitación adecuada para utilizar las tecnologías digitales también puede ser un desafío, lo que requiere programas de capacitación para garantizar que los agricultores puedan aprovechar al máximo estas herramientas.
Y cuando no existe estandarización e interoperabilidad entre diferentes sistemas y plataformas, la integración de las tecnologías digitales se vuelve más difícil, por lo que es otro desafío también para el sector.
Tendencias de la agricultura digital en los próximos años
Entre las principales tendencias que se mezclan ahora con el futuro, sin duda, se encuentran el IoT, la IA y la robótica.
IoT , al conectar dispositivos a Internet, permite la recopilación continua de datos en tiempo real en la agricultura .
En otras palabras, monitorear el clima, la humedad del suelo y la calidad del aire es aún más eficientes para los productores, que necesitan información precisa para tomar decisiones más eficientes y específicas.
La aplicación de la IA, por otro lado, en la agricultura permite el análisis ágil de grandes conjuntos de datos.
Aquí no se trata sólo de decisiones, sino también de la capacidad de predecir patrones climáticos y detectar enfermedades en los cultivos, entre otras aplicaciones estratégicas.
La robótica, en general , es la tendencia a automatizar tareas repetitivas en la agricultura, como la recolección de frutas y verduras.
Los robots tienen la capacidad de monitorear plantas, identificar enfermedades y realizar otras aplicaciones especializadas, lo que contribuye significativamente a la eficiencia operativa.
Tecnologías TOTVS para la agroindustria
TOTVS ofrece tecnología completa para la agroindustria. Nuestras soluciones para agronegocios son específicas para el sector agroindustrial y tienen como objetivo mejorar la gestión y la eficiencia de las operaciones agrícolas.
Nuestros sistemas sirven plenamente al sector de la bioenergía, desde la etapa de producción de la materia prima hasta su transformación industrial.
Ofrecemos un conjunto completo de soluciones que permiten un control preciso de los costos operativos, impulsando la rentabilidad del negocio.
Además de atender demandas relacionadas con el cultivo, nuestro sistema agrícola para bioenergía cubre rutinas logísticas de transporte de materias primas, mantenimiento automotriz, gestión industrial y seguimiento del proceso productivo.
¡Tenga el control total de su producción con las tecnologías TOTVS para la agroindustria!
Conclusión
La agricultura digital no solo aumenta la eficiencia operativa, sino que también promueve un uso más eficiente y sostenible de los recursos.
¡Y esto sólo va a aumentar!
Desde el monitoreo de las condiciones climáticas hasta el manejo de cultivos y el control de plagas, estas tecnologías están brindando un enfoque de la agricultura más inteligente y basado en datos.
En este contexto, la capacidad de monitorear las condiciones de las plantaciones, predecir eventos climáticos, gestionar el ciclo productivo, identificar problemas tempranamente e incluso automatizar tareas operativas son aspectos centrales.
Incluso con desafíos, que pueden superarse a corto y largo plazo, es un tema que debe estar en el radar de quienes trabajan en esta área.
Entonces, si quieres seguir aprendiendo sobre tecnología y agricultura, ¡lee también sobre agricultura inteligente!
Deja tu comentario